De vez en cuando, te encuentras con ciertos comentarios, casi lapidarios, de personas a las que admiras por lo que hacen y que te dejan perplejo. En algunos casos coinciden lo que hacen y lo que dicen, con lo que la coherencia de ambas cosas te dejan en paz. Luego están los que sólo dicen, independientemente de lo que hagan y estos me hacen reaccionar en raras ocasiones.
En este caso, un par de comentarios que leí de Alberto García-Alix en una entrevista que le hicieron en 2010 en el diariodemallorca.es, me han dejado en un estado de apostasía fotográfica temporal, de la que me estoy recuperando mirando fotolibros de William Eggleston y Enric Montes .
A la pregunta: «–¿Cómo ha vivido el cambio de la fotografía digital? ¿La utiliza?«
García-Alix responde: «–Para vídeo, pero no para la fotografía. Sigo haciendo las fotos en analógico porque tengo fe. Hago la foto y después rezo: ´a ver cómo ha quedado… imagínate que feo…´. Qué misterio tiene la imagen digital: ´no me gusta, lo voy a corregir…´. Yo sigo teniendo fe.«
En la siguiente pregunta: «–¿Se ha perdido el momento irrepetible del único disparo?»
Alberto García-Alix sentencia: «–Es algo imparable, yo debo ser de los últimos dinosaurios… porque me lo puedo permitir, porque las condiciones han cambiado mucho para los fotógrafos. No soy un fotógrafo, soy un diletante con una cámara. Puedo jugar con ello, con ese material que se va acabando. El hiper foco, el hiper retoque, el hiper hiper… sí, está muy bien, pero no veo más poesía. ¿La fotografía ha ganado en poesía con este cambio? No. La plata sigue teniendo más poesía.»
Después, continua la entrevista y reconoce que el color es una asignatura «un poco pendiente». Creo que el maestro miente.
¿Fé? No sabía que fuera creyente..
Bromas aparte, creo que hay mucho mito con lo del analógico y el digital. El Sr. Alix utiliza película Tri-X porque le gusta el resultado, le sale muy bien y porque no le apetece hacer otra cosa. No es una cuestión de ver o no ver la foto realizada en la pantalla––»el misterio de la toma latente». En digital se puede visualizar la imagen pero no analizar su poética, cosa que––en ambos sistemas––solo ocurre en el procesado posterior. Como fotógrafo criado con película y cuarto oscuro, reconvertido a la fuerza al digital, utilizo uno u otro dependiendo del caso; el método de trabajo y las calidades que obtengo son distintas.
Por otro lado, hay estudiosos que afirman que la fotografía digital aún no ha nacido. Y no les falta razón: aparte del derrumbe de la profesión, no hay nada en digital que a grandes rasgos no se haya hecho en analógico. Pensemos en los experimentos de Man Ray, los magníficos solarizados de Avedon de los Beatles, los fotomontajes de Uelsman, etc..
Enhorabuena por el blog que conocí através de la escuela Lens. Seguiré visitándolo.
Saludos.
Estoy muy de acuerdo contigo, Carlos Casariego, con respecto al «acomodo» de García-Alix a una manera de trabajar en la que no sólo se encuentra cómodo, sino que el tipo de fotografía que hace es ideal para trabajar con película y en blanco y negro. El defiende una posición, más que religiosa es una posición política, defiende su trabajo, su manera de hacer, en la que le considero un Maestro. Otra cosa son sus «experimentos» con el color. Puede que haya sufrido la misma decepción que con lo digital.
Tengo la sensación, y esto me molesta, que habla de la «fotografía digital» con cierto desprecio y con algo de prejuicio, cuando creo que no ha experimentado lo suficiente como para entender la herramienta y sacar «Poesía». Le honra el reconocer que se puede permitir seguir acomodado (actitud conservadora) en esa manera de trabajar, aunque personalmente sus últimas fotografías no me han apasionado, que ganan mucho conceptualmente pero han perdido esa fuerza poética de la que él habla.
Con respecto al comentario que haces sobre lo que dicen los estudiosos sobre si la fotografía digital aun no ha nacido, creo que poco podemos hacer con respecto a esto. Es una época de transición y las personas que trabajan con la fotografía lo hacen desde el presente, desde lo que es y lo que el mercado te ofrece. Cambian las herramientas y las miradas se adaptan a esos cambios, pero una imagen fotográfica seguirá siendo una imagen.
Te agradezco tu comentario y aprovecho para felicitar a la escuela Lens por el gran trabajo que están desarrollando.
Enhorabuena por el blog, no sé si te había felicitado antes. La crítica fotográfica es imprescindible para su evolución. Crear debate también es importante para la evolución.
Cuando se habla de un monstruo de la fotografía como es Alberto García Alix, hay que hablar conociendo bien su obra y su persona ya que ambas están mezcladas.
Puedo estar de acuerdo en que la obra de Alix ha perdido gas en las últimas tomas, de acuerdo que sus disparos ya no dan al corazón, de acuerdo que pesa más su sombra que su persona… de acuerdo, hay muchos artistas que hacen sus mejores obras en su época de juventud y otros en la de madurez… de acuerdo que Alix pertenece a este primer grupo, aunque él se niegue a creerlo… pero esto tiene que ser así, él tiene que seguir luchando, es su trabajo el seguir adelante, seguir cayendo y seguir levantándose, la fotografía forma parte del combustible de Alix y él necesita de ella… al fin y al cabo la historia de la fotografía española también se ha enriquecido con las fotos de Alix.
Pero, por favor, no te tomes sus comentarios al pie de la letra, de esa manera es muy fácil tergiversarlos.
Alix utiliza las palabras para generar un sentimiento, parecido a lo que hace al disparar su cámara, y si sus últimas fotos no son tan acertadas, lo mismo pasa con sus comentarios. El hecho de pasarse al lado conceptual no le queda bien, él es más visceral… a un punki como él no le queda bien el traje de corbata por muy educado que se vuelva… simplemente, no le queda bien.
No formo parte del séquito de groupies que inundan las charlas de Alix, no soy de esos, hace tiempo que maté a mis héroes, tampoco soy un experto en historia de la fotografía, solo hago lo que puedo, pero he tenido la suerte de conocer las fotos de Alix, de conocerle en persona y de algo por lo que me considero más afortunado; de sentir las poesías de sus fotos… intentaré explicarlo con palabras.
¿Qué es la poesía fotográfica?
Si es difícil hablar de poesía, de algo que no se ve, doblemente difícil es hablar de la poesía fotográfica, cuando la fotografía es un medio puramente visual. Pero diciéndolo de alguna manera; hacer poesía fotográfica es fotografiar con el corazón en la mano, cuando se fotografía sin que parezca que se está fotografiando, cuando lo que menos importa es la fotografía. La poesía fotográfica es lo que se siente, lo que llega, lo que nos altera el estado de ánimo sin comprender porqué. Cuando vivimos esas experiencias a través de las fotografías de otro, de los ojos de otro, de Alix, podemos decir que comprendemos el verdadero sentido que encierran las fotografías de Alix.
¿Por qué la plata encierra una poesía que no tiene el pixel?
El plata tiene un alma que es el negativo, y para entender la poesía fotográfica que encierra la plata, hay que comprender los «subidones» o «chutes» que componen su proceso de creación fotográfica. En todos estos subidones hay poesía:
-1er subidón; «sentimos» la necesidad de fotografiar, necesitamos capturar algo que sentimos. Hay algo que nos ha pinchado el corazón y sentimos la necesidad de fotografiarlo. En este primer paso aparece nuestro lado más visceral.
-2º subidón; «disparamos» la cámara. Embriagados por el pensamiento, de que ese momento tan importante lo estamos haciendo eterno con nuestra máquina, ponemos al servicio del lenguaje fotográfico todos nuestros conocimientos. De manera natural; encuadramos, ponemos una luz, movemos un reflector, hablamos con el retratado, etc. Pero con el corazón en la mano, la fotografía tiene que fluir. En este paso aparece nuestra cultura fotográfica, si nos hemos alimentado de buenas fotos y las hemos digerido, podemos hacer buenas fotos
-3er subidón; «descubrimos» lo que hemos fotografiado después de un tiempo. Este subidón es muy importante y ocurre pocas veces. Es cuando revelamos el carrete de fotos y «descubrimos» lo que encierran nuestras fotos, que generalmente no coincide con el momento que fotografiamos. Me explico, al fotografiar algo que sentimos, estamos condicionados no solo por lo que vemos, sino también por lo que oímos, por lo que olemos, por nuestro estado de ánimo… y la cámara solo capta lo visual, pero las imágenes se forman en nuestra cabeza usando toda la información que estamos recibiendo en ese momento. Por eso, en la fotografía analógica, cuando pasa un tiempo, por ejemplo una semana entre que hacemos las fotos y las revelamos, las imágenes que se han formado en nuestra cabeza suelen ser mejores que las que tomamos en su día, porque el cerebro tiende a olvidar lo malo y quedarse solo con lo bueno. Es como cuando vas borracho y te ligas un pibón, pero a la mañana siguiente, al levantas, dices; «¡oh, no!… Carmen de Mairena…»
Sin embargo, a veces, ocurren estos «descubrimientos» y nos sorprende encontrar fotografías que son mejores de lo que recordábamos, el corazón ha ganado la batalla al cerebro. Nos hemos ligado un pibón mejor de lo que creíamos, hemos triunfado; «¡oh sí!… Lucy Liu…» (viva Futurama)
Este momento de espera, para «descubrir» que lo que hemos fotografiado es realmente bueno, es lo que Alix llama; «rezar» por eso dice que tiene fe, porque dispara y tiene «fe» de que la la foto sea lo que siente y no lo que recuerda, tiene «fe» de que ha ligado un pibón.
Por eso Alix se pregunta ¿qué misterio tiene lo digital?, porque en la toma digital, entre el 2º y 3er «subidon» no ha pasado tiempo para que la imagen se forme en nuestro cerebro. Si podemos ver la foto justo después de disparar ¿cómo sabemos que el corazón ha ganado la batalla al cerebro?, ¿cómo sabemos que se mantiene la poesía?, ¿como sabemos que es bueno si no han pasado tiempo para madurarlo?, ¿es la fast photo correlativo de la fast food?…
-4º subidón; el «redescubrimiento». Esto ocurre cuando copiamos, en la ampliadora, cuando ponemos el negativo en el porta-negativos y vemos la fotografía 100 veces más grande. Nos damos cuenta de esos detalles que incluimos en la foto, vemos el detalle de la expresión de un retrato, de que todo está perfecto (a veces no, por eso aquí también hay que tener fe). En este momento utilizamos las herramientas que nos permite el lenguaje analógico, de forma natural, manejamos el contraste, tapados, quemados… pero para sacar lo que sentimos en ese primer subidón, no para hacer otra fotografía diferente. En analógico, estas herramientas están muy limitadas. En el caso de Alix, es muy sencillo, deja las fotos muy grises, pero sus fotos están bien así, sus composiciones son tan buenas que no necesita jugar mucho con la luz de la ampliadora, ya ha manejado la luz en la toma, Alix se maneja con la línea, como hacía H.C.Bresson (hay otros fotógrafos que se manejan con los pesos, con las zonas oscuras y claras).
5º Subidón.»La respuesta». Hay un momento que el fotógrafo tiene que enseñar sus fotos y recibir una respuesta, ya sea buena o mala. Enseñar las fotos no es un acto egocéntrico, es un paso dentro del acto fotográfico. El fotógrafo enseña sus fotos para poder cerrar este círculo que es la fotografía, si no enseña sus fotos está condenado a repetir una y otra vez la misma foto, al enseñar las fotos y recibir una respuesta, un estímulo, el fotógrafo evoluciona y pone un adoquín en su camino. No importa que la repuesta sea buena o mala, lo que importa es que el espectador sienta estos subidones de una forma inversa, por los que ha pasado el fotógrafo; que sienta el redescubrimiento y descubrimiento de la fotografía, que sienta el momento del disparo, y finalmente que sienta lo que sintió el fotógrafo antes de disparar, que sienta su necesidad de disparo.
Luego, la fotografía nos puede gustar más o no, pero si pasamos por esto estados estamos leyendo la poesía que escribió el fotógrafo.
Ahora os recomiendo que hagáis un poco de gimnasia visual. Echar un vistazo a estas fotos y pasar por estos subidones; http://nodisparenalartista.wordpress.com/2012/09/01/alberto-garcia-alix/#jp-carousel-442
Hay fotógrafos que tienen su mayor subidón en el 1er paso, otros en el 2º, otros en 3º, y otros en el 4º .
Es cierto, la fotografía digital está por llegar, cuando los fotógrafos dejen de hacer en digital lo que se puede hacer en analógico, cuando se fundan diseño gráfico con fotografía, cuando a alguno de estos chavales que ahora tienen 12 años y ya manejan el ordenador les dé por la fotografía.
Más vale tarde que nunca…
Estimado Riki, reconozco que es uno de los mejores argumentos que he leído sobre la defensa del analógico sobre el digital, la parte sobre la «poesía fotográfica» me a encantado, de verdad. Pero discrepo en cuanto a los «subidones», ¿quién te a contado que en digital no lo puedas hacer igual?, excepto el 4º… ¿…? podríamos discutirlo. Para mi el digital me da todo eso, pero además me da el tiempo que no tengo para poder hacerlo en analógico, porque no todos vivimos de lo mismo, porque no todos venimos de la misma cuna… ¡En fin! Un jaleo. Creo que tu defensa del analógico puede ser loable, pero… ¿por que denostar otras cosas sin haber tenido la misma experiencia? Me explico; seguramente hablas de tu relación con el analógico después de convivir y/o trabajar con él durante X tiempo… ¿has tenido la misma relación con el digital para poder tener el mismo conocimiento sobre él? Te puedo decir que hoy en día puedes hacer prácticamente lo mismo en digital que en analógico, todo depende de ti, de la manera que te enfrentes a ello, puedes ser igual de purista, solo depende de ti. El digital te ayuda donde tu quieres que te ayude. Estos tipos de debates me recuerdan al de las antiguas madres cuando dicen que no es igual de madre la que da a luz con epidural, que no si no se siente el dolor en el parto ya la relación con el hijo no es la misma, chorradas, ¿por que no dejar que lo nuevo te ayude? Tu decides, si sí o si no, tu decides cuando, tu decides cuanto. En mi opinión lo que cuenta es el resultado, que sea fiel, digno y sincero a ese «sentimiento» que motivo aquella toma.
Un sincero abrazo, tardio